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Misión, visión y valores

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Misión

En casa hogar Addatis buscamos propiciar un espacio de vida, de amor y esperanza a niñas y familias en situación de abandono, riesgo o vulnerabilidad por medio de una atención integral: desarrollo humano, educativo y espiritual, con el fin de que las niñas crezcan con una mejor calidad de vida.

Visión

Lograr que las niñas puedan ser mujeres protagonistas de su historia y constructoras de una sociedad más fraterna, justa y solidaria, impactando positivamente en sus familias y comunidad.

Valores

Amor, respeto, solidaridad, alegría, honestidad, responsabilidad, hermandad, espiritualidad y esperanza

Descripción de Valores

AMOR

Capacidad de dar y recibir cariño, atención y cuidado; partiendo de que somos y provenimos de la expresión del amor de Dios: viviendo como hijas en solidaridad, fraternidad y amistad.

RESPETO

Reconocer en las demás personas y en nosotras mismas el valor e igualdad que tenemos como individuos dentro de nuestra sociedad.

SOLIDARIDAD

ayuda mutua que mantiene la unidad y la capacidad de dar y recibir apoyo de aquellas personas que me rodean y que desean tender una mano para salir adelante.

ALEGRÍA

Anteponer una buena actitud ante las adversidades que se nos presenten, reaccionando de una manera positiva.

HONESTIDAD

Comportarnos y expresarnos con tolerancia y sinceridad, y de acuerdo con los valores de verdad y justicia.

RESPONSABILIDAD

Sentirnos protagonistas y hacernos cargo de nuestras acciones, teniendo conciencia de éstas.

HERMANDAD

Consiste en la convivencia armoniosa y pacífica entre las diferentes personas que participan en el hogar.

ESPIRITUALIDAD

Es un estilo o forma de vivir la vida cristiana, que es vida “en Cristo” y “según el Espíritu”, que se acoge por la fe, se expresa en el amor y se vive en la esperanza. Es reconocer que toda la vida está bajo el impulso del Espíritu Santo.

ESPERANZA

Esperar, es primeramente descubrir en las profundidades de nuestros días la Vida que continua y que no puede parar. Y guiados en esta Vida, somos conducidos a poner, aquí y ahora, en medio de los azares de nuestra vida en sociedad, signos de un porvenir distinto, semillas de un nuevo mundo que, a su momento traerán su fruto.
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